Quiero compartirles algo muy recurrente en mi vida diaria. Se trata de mi gran amigo el camión número 27 que por más temprano que me levante y listo que esté, éste bribón siempre se sale con la suya.
¿A quién no le ha pasado que algún camionero no se para donde debe? obviamente a nadie más que a mí porque todos me odian y nadie me quiere. Está bien exageré, sé que a todos les ha sucedido. Pero realmente es muy molesto depender del transporte público para llegar a tiempo a algún lugar. Siempre me dicen "pues vete más temprano", si lo he hecho pero resulta que la mayoría del tiempo el 27 se va de fiesta y pasa cada 30 minutos por mi casa.
Aparte de que le gusta pasar muy tarde por mí, le encanta jugar carreritas al muy pillo.
Se cree todo un corredor de fórmula 1 y eso no es todo, hasta la hace de montaña rusa también. Yo lo espero con muchas ansias en la parada para salir juntos y me juega bromas pasándome por un lado dejándome en plena soledad. He sabido que mi amigo ha tenido varios accidentes por andar de rebelde y eso me preocupa muchísimo.
Estimo mucho a mi amigo el 27 pero siento que nuestra relación no va para nada bien.
A lo mejor necesitamos unas sesiones de terapia para llevarnos mejor, pero por el momento me sigo frustrando por su comportamiento tan infantil.
Saludos a todos los que andan checando el blog, les mando un autógrafo y mis bendiciones.
Coman frutas y verduras, laven sus trusas y abracen mucho a sus seres queridos.
- - Von Buelna
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